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LOS LADRIDOS DE LOS PERROS. (Criticando al Regidor que si trabaja).

Ensenada.- Desde el mero día de la toma de protesta en el ejercicio de su encargo como Regidor de Movimiento Ciudadano, se ha venido criticando de manera tendenciosa y malévola, la actuación de Salvador Espinoza Asencio estando al pendiente hasta de su modito de andar.

Pero desde un punto de vista totalmente superficial y oblicuo, con la mente obscurecida, ya sea por la envidia, la imbecilidad, la mojigatería o la hipocresía, resaltando más los defectos que como ser humano pudiera tener, sin fijarse en la cantidad de cualidades propias de su persona.

Así, los envidiosos tratan de denostarlo cada vez que pueden y para ello citaré como ejemplo de ello, el día que celebro “Entre amigos” y modestamente su cumpleaños, que les causo escozor que se le haya celebrado con música en vivo, la verdad es que no sé cuál es la diferencia entre que celebres el cumpleaños y que con voz estentórea, aguardentosa y gemidora te canten las mañanitas a que te las canten bajo los acordes de un grupo musical, cualquiera sea su naturaleza.

¡Pero que suene! Y no que nomás se oigan los pujidos, bramidos o gemidos de voces descompuestas y destempladas.

Por su parte los imbéciles intentan exhibirlo públicamente, escribiendo notas torcidas y con línea, desvirtuando la verdadera información en cada una de las actuaciones de este Regidor que lejos de celebrar, si trabaja.

De igual forma, los mojigatos se asustan de su franqueza y desparpajo, los hipócritas lo abrazan y apapachan, para luego espantarse de su manera efusiva de comportarse.

Y los menos, que son los que no soportan la fuerza de su personalidad o de su lenguaje abierto, dicen sin razón de peso alguno, “Que se le está subiendo el poder, porque está cambiando y ya no es el mismo” (Sic.) ¡Que forma tan estúpida de valorar a una persona!

Pues quienes así se refieren, no alcanzan a comprender que no es lo mismo que seas un hombre que no se debe a nadie, a que seas alguien con responsabilidades y compromisos hacia una comunidad, como es el caso.

Y evidentemente esos que no tienen la capacidad intelectual para entenderlo, son los que se dan a la tarea de estar pegando de gritos inútiles y queriendo escupir para el cielo.

Y sostengo lo anterior, porque se hace obvio, que en el ejercicio de un encargo público, no siempre se tratara a todas las personas de igual forma, pues desafortunadamente.

No todos los ciudadanos tienen la capacidad para comprender, que la petición tiene tres escalones a saber: Primero se pide, luego se ruega y enseguida se exige. ¡En ese Orden! y quien no respeta esas reglas de la petición, lógicamente no obtendrá lo que busca y propiciara la diatriba, dando origen al resentimiento fatuo, para al final deponer la habladuría incisiva, venenosa y sin fundamento alguno.

¡Es duro pues! Estar al frente de un encargo como el que Salvador Espinoza Asencio tiene, máxime cuando te enfrentas a personas cuyo criterio se halla empañado por la cooptación de otros grupos de poder, que ven a este señor como un enemigo a vencer en las acciones de política y de gobierno, porque les duele mucho la ampolla que el levanta, cuando sin recato alguno, con bastante valor y sin esconderse atrás de los arbustos se ufana diciendo: “Que no tiene compromiso de ninguna especie con nadie y que como el fiel de la balanza que lo es en el cabildo, por su voto de calidad, estará dispuesto siempre a inclinarse al grupo de ediles, que procure el bien de la comunidad y no el beneficio propio” (Sic).

¡Todavía más! Aquel individuo que se atreva a opinar o escribir, sobre la persona de un individuo de la talla del Regidor del que hablamos, deberá antes que nada demostrar que tiene la sensibilidad suficiente y el conocimiento apto para comprender que la fama es peligrosa, porque apendeja, que también puede destruir las neuronas, que es capaz de romper tu relación con la realidad, de disminuir tu autocrítica y de transformarte negativamente y que a pesar de ello, Salvador se ha mantenido incólume a estas debilidades, pues tiene mucho cuidado con el manejo del éxito, que como persona autentica y genuina tiene de modo natural y sin fingimientos. Y no existe duda alguna, de que a pesar de que tiene éxito en su encomienda popular, no se olvida de quien es, ni donde está y mucho menos porque está haciendo lo que hace.

¡Así la dejo! ¡Saque usted sus propias conclusiones! ¡Póngase el chaleco que le acomode! Y coincida conmigo de que a pesar de todo y contra viento y marea. ¡Este Regidor si Trabaja! Y no se anda por las ramas, para llamar las cosas por su nombre. ¡Al pan pan y al vino vino!

Por mi parte despedida no les doy, porque no la traigo aquí, pero siguiendo con la fiebre futbolera la porra saluda a todos los envidiosos, a los imbéciles, a los mojigatos, a los hipócritas y a los que dicen que Salvador Espinoza Asencio ha cambiado y aprovechando la inercia del movimiento, de modo más que efusivo, se les recuerda a la autora de sus días, bajo el rubro de la expresión más mexicana internacionalmente conocida.

¡Nos vemos en la próxima, si Dios o el sistema así nos lo permiten!

Para Rada Noticias, La Tribuna de Ensenada, Ensenada Zoom y otras fuentes.

Escribió: Miguel Alfaro García.

E-mail magabogado@hotmail.com Facebook: Miguel Alfaro.




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