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DECÁLOGO PARA NO QUEDAR COMO UN PELOTUDO EN LA VENDIMIA

Por Néstor Cruz Tijerina*

(Advertencia: esto es un chiste. Si no sabes distinguir una broma, aborta).

Ensenada.- Aww, ya llegó la vendimia, el carnaval de los pretenciosos. La época del año en que desempolvo ese sombrerote farol que me hace ver bien nice, tipo vida campirana, tipo relax, tipo pudiente, tipo hipster, tipo conocedor de vinos.

Y sí, ya me compré mis boletos de 2 mil pesos para ir a las degustaciones, cenas temáticas y demás cositos que tanto alimentan mi Instagram y mi feis. Porque obvio, hay que enseñarles a todos esos pobretones de los contactos quién soy.

La verdad eso de las degustaciones y las pedas terminan en lo mismo, pero en estas fechas se ve uno más pro. Digo, uno que busca cualquier pretexto pa agarrar el pedo.

Hay arte, elegancia, cosa culinaria, gente linda agarrando la copa de la parte gorda para que se les caliente el vino de volada, los muy taras; pero eso qué, somos culturosos en agostosss.

Y todo, todo caro; digo, todos los eventos, pa que quede claro que es la fiesta de la burguesía ensenadense. Aunque ni eso, porque de vez en cuando los asalariados como yo rompemos el cochinito y nos colamos en uno que otro de esos importantes acontecimientos. Todo sea por el Instagram, por el placer de echar el momento en cara, como dios manda.

Obvis hay que ir a las vinícolas a ver cómo hacen el vinito. Bien curada todo. Pero cómo se tardan en llenarme la copa. Sí, la historia qué padre; las cuevitas donde ponen el pisto también. ¿Que este pomo hace bien al corazón? Me echo diez.

Y luego en todos lados ponen jazzesito y música clásica. Eso como que le da más una atmósfera de todo lo que no soy, lo que nunca seré y que, paradojicamente, tanto me gusta pa posar.

Paras la oreja y las conversaciones, por lo general, son re interesantes. Todos son bien pinshis conocedores y le pegan una olfateada al vino para soltar una cátedra de pelotudeces que suenan bien nais:

«Un tinto fresco, ágil, pero vigoroso, con espíritu lúdico, aunque también algo frío y maquinal». Andi puto. Hasta yo no resisto la tentación de escucharme así en estas fechas.

Pijuan, Chimul, Xanic, Adobe Guadalupe: todo bien de identidá nacional. Pero con un toque como de francés o como de ruso o como de no sé qué coño español, pero suena acá.

Porque en esta época más que ser culto, la onda es sentirte culto. Y la ropita clara como que ayuda con eso. Quién sabe cómo, pero así es. Debe ser porque combina con la tierra del valle ese piojoso.

No sé, papá, si llegaste hasta aquí la lectura debe ser porque también eres ensenadense que te encanta la tragazona y la peda y el estatus quo que te da a manos llenas la vendimia. Seguramente disfrutas del vino todos los días y tienes un chorro de dinero como para no sentirte aludido. U ofendido, que es peor.

Mejor nos vemos ya en serio en la verbena del valle, porque la de aquí de la ciudad me sigue pareciendo de microbusero venido a más y eso como que me choca un poquito. ¡Felices fiestas!




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