script type="text/javascript" src="https://mx.ads.justpremium.com/adserve/js.php?zone=124409">

Civilización

Por Martín Espinoza

Ensenada.- En la silla del barbero una vez más. Que bizarro es esto, en cualquier otro contexto es una locura. Dejar que alguien te pase un montón de objetos afilados de metal alrededor de tora tu cabeza. Tocando tu cuerpo, manteniéndote en ciertas posiciones para evitar cercenarte de alguna manera. Creo que así se le ocurrió Sweeney Todd al tal Sondheim. Porque en una época tan bárbara como la de Inglaterra del XVIII, si alguien transgrede a alguien, no se nota tanto como en la época actual. Cosa curiosa, porque ahora somos más gente.

Pero qué es lo que parte el agua en este caso? Qué nos separa del viejo oeste y de la ley del talión? De estos comportamientos arcaicos de la convivencia humana que hasta el siglo pasado eran normales y hasta justificables? Somos ahora seres civilizados. Normados por ciertas reglas que le dicen a mi barbero que no puede cortarme la garganta y quedarse con mi celular y mis juguetes. Mi amiga la RAE define civilizar como «mejorar la formación y comportamiento de personas o grupos sociales». Entonces qué es mejorar? A ver RAE: Adelantar, acrecentar a un estado mejor. Oh pues…Mejor: Del Lat. melior. Adj. Comp. de bueno. Superior a otra cosa y que le excede en una cualidad natural o moral. Y ahí me voy a detener porque de todos modos hay algo que nosotros los científicos sociales sabemos desde que nos andamos formando.

Las buenas cualidades de un ser social, son definidas por la norma, por la mayor incidencia. Quiere decir, si nos vamos para atrás, que lo civilizados que estamos simplemente conlleva a lo normales y normados que somos. A lo largo y ancho de nuestra convivencia humana, hemos ido conformando un sistema de normas, que pretende querer ser utilizado para todos o ser sancionados. Las reglas de occidente por convención popular han ido esparciéndose por conveniencia. Y es que los europeos y los gringos han estado al atractivo margen de las cosas y nos han pegado a todos un querer ser más grande. Como con Japón…pero eso no fue por causa popular si no a base de unos cuantos bombazos, que la cultura se transformó hasta ser una adaptación de la sociedad de consumo estadounidense. En Japón, por ejemplo, existían leyes que aquí vemos hoy como barbáricas. Privaciones y castigos físicos que menguan ciertas actitudes hacia ciertas ideologías. Por ejemplo comportamiento familiar o derechos de la mujer. Allá te mochaban pedazos del cuero o te hacían el haraketchup (o como se diga). Un ejemplo más cercano y cotidiano. En mi casa se metieron a robar una laptop, y meses después una bici.

La solución a esto es que ahora hay cámaras. Los malhechores a mi status quo no lo saben, y seguirán actuando de la misma manera. Pero aquí lo que me va a defender es una simple y sencilla evidencia de lo que han hecho. Al momento de que otra cosa sale perjudicada, se le habla a la policía y contamos con una imagen que dice que ese delincuente anda suelto. Nada cambia en el universo, excepto por el hecho de que el sistema legal cuenta con un pretexto de meter a alguien a la cárcel. Las demandas son una bendición. Personalmente me hacen sentir seguro. No soy una persona ni fuerte ni atlética, pero al momento de que alguien se quiera pasar de abusivo, existen maneras de hacerlo pagar sin aplicar una respuesta directa ni física.

El castigo dictaminado es parte de toda cultura, de cualquier etapa de la «civilización». Pero fíjense que curioso es la amedrentarían por un sistema legal. Mucha gente greñuda de piel quemada y que fume mariguana seguido estará de acuerdo en que nuestro sistema de vivir es una porquería, y que estaríamos mejor sin adelantos y viviendo en común como se nos da la gana de lo que «la naturaleza nos da». Pero la naturaleza no nos da nada. A la naturaleza le va a dar igual que nos exterminemos unos a otros, la tierra va a seguir aquí y se va a sacudir todos los males que le hacemos. Nos va a sobrevivir y se va a adaptar. Nuestra existencia es un pedacito en el largo calendario de la tierra. Por lo tanto nos concentramos en una sola cosa: seguir vivos. Si viviéramos así bien naturales, gente enferma (me incluyo) no seguiría viva ni rodando estos suelos para seguir haciendo bien, mal, enamorándose, escribiendo, publicar tonterías en Facebook…nada. Esta civilización que evita que me haga el harakiri (así era), o que mi barbero me corte la garganta, es lo que nos sostiene.

Lo que nos violenta, es la situación de algunos organismos de poder que se malgastan los bienes de las divisiones poblacionales. O sea, en teoría la humanidad es algo que ni va ni viene, simplemente vive. En esta concepción, entonces, lo que debemos hacer es pensar en los niños como siempre. Enseñarles que nacieron en esta etapa de «civilización» y cuáles son sus posibilidades y roles. De buena manera («mejor») como contribuir a esta enorme bovina imparable que es la humanidad, manteniéndose vivos y con bien y procurar lo mismo para el de enfrente. Simplemente no cortándoles la garganta ni intentar quedarse con sus bienes. En algún momento, en alguna generación, el mundo estará lleno de seres mejor portados, más civilizados. Solo tenemos que repartir esta palabra a quienes están a cargo de nosotros, no dejarles una computadora abierta llena de posibilidades




CLOSE
CLOSE