Ensenada.- Hoy en la mañana me preguntaban: ¿Con cuántos muertos amanecimos?, y la verdad es que ya no sorprende que cuestionen sobre la actividad delictiva en la ciudad. Lo que sí no deja de sorprender son las formas, y no precisamente de quienes cometen los asesinatos, sino, de quienes por alguna razón han preferido hacerse de la vista gorda y dejar que se sigan matando “entre ellos”.
Pero, se les olvida los daños colaterales, los daños psicológicos que puede haber para quienes esperan que Ensenada sea el puerto tranquilo que solía ser en aquellos años. Aquellos, que cuentan.
Y es que tampoco importa mucho la hora en que ocurren los homicidios; antes, podríamos pensar que era al llegar la madrugada, cuando todos (aparentemente) estamos seguros en nuestros hogares, pero no. Ya no hay horario ni lugar donde estemos a salvo.
Faltan manos para darnos seguridad, pero sobre todo, falta voluntad de este y todos los gobiernos, porque han sido ciegos, sordos y mudos ante el mayor problema que enfrenta la sociedad.
Y mientras, ¡con agua y ajo! Diría mi madre, a seguir día a día, esperando que la pregunta mañanera deje de ser ¿Con cuántos muertos amanecimos?.
Nelly Alfaro
Directora General Radanoticias.info