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CONSTRUIR CIUDADANÍA / Recolección de basura. Reacciones en cadena. PARTE 1.

Por Ernesto Ríos Chávez

Ensenada.– Palabras clave: Reciclaje, pepenadores, recolección de basura. Conciencia ciudadana. Valor público.

Una de las funciones que constitucionalmente se atribuyen a la competencia y atención del ayuntamiento es la recolección de la basura. Cómo y quién debe hacerlo, así como reglamentarlo es facultad y responsabilidad del propio municipio.

El servicio de recolección de basura ha sido uno de los talones de Aquiles de los ayuntamientos de México. Ensenada, no es la excepción. En las dos últimas administraciones ha sido tema recurrente la desatención y falta de tino en la estrategia para brindar un servicio funcional. Botes copados de basura y contendores desbordados han sido el caldo de cultivo para una nueva problemática: pepenadores e indigentes recolectores.

Desde hace poco más de dos años comenzó un incremento notorio de personas que recorren la ciudad revolviendo la basura doméstica para recuperar aquello que pueden vender en las recicladoras, cuyas instalaciones se encuentran dentro de la mancha urbana y no en las afueras de la ciudad. Lo anterior provoca áreas de oportunidad para la ciudad de Ensenada.

Primero emprender una verdadera campaña de conciencia y cultura del reciclaje. Diseñada por especialistas en la materia y promovida, adoptada y replicada por los organismos empresariales, educativos y científicos, para que sea a través de ellos como se difunda a toda la comunidad. Es decisivo involucrar a las escuelas de nivel básico, inculcar en los niños la educación sobre el buen manejo de la basura, acelerará el proceso de cambio.

Países como Japón, Alemania y Suiza, tienen normas rigurosas para el manejo de desechos. Se basan en el razonamiento de que la basura tiene dueño y que él dueño debe responsabilizarse por tirarla adecuadamente. Incluso, la ciudad de Kioto cuenta con un manual para el lavado de la basura y mapas con zonas para depositarla para que sea recolectada por los camiones en horarios establecidos.

Podrá leerse como un sueño guajiro, pero en honor a la verdad, no resulta más costoso para el ayuntamiento hacer frente a las quejas de la ciudadanía, como hasta ahora lo ha venido haciendo -con soluciones a medias que no terminan de dar resultado-, en lugar de enfocarse en una estrategia integral y que involucre a la misma sociedad –porque estamos de acuerdo que el gobierno no tiene toda la responsabilidad-. Así, dignificaremos colonias y les dotaremos de valor público, por la calidad de vida que representan, no sólo para lo que ahí viven sino para toda la ciudad.

¿Qué estamos esperando? Continuará…               Ernesto Ríos Chávez / COLABORADOR




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