Por Nelly Alfaro
Ensenada.- Para hacer saber el proceso de distribución, potabilización y saneamiento del agua que llega para los habitantes del puerto, personal de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (Cespe), realizaron un recorrido por las plantas de tratamiento.
Uno de estos puntos, es la Reductora de Presión de la calle 20 de Noviembre, que suministra agua al 70% de la ciudad; se recibe agua de los tanques Morelos y del acueducto de La Misión y del Flujo Inverso.
El Director Técnico de la Cespe, Humberto Noble Green, explicó que en la denominada Línea 3, bajan alrededor de 400 litros de agua por segundo y entrega también a la planta de Valle Verde, y parte noreste de la ciudad.
“Estas obras son para proteger a la línea y con este nuevo sistema garantizamos el agua para las partes altas; las obras fueron concluidas en el mes de febrero y la inversión fue de alrededor de 78 millones de pesos”, mencionó.
Asimismo, se visitó la planta potabilizadora de la Presa Emilio López Zamora, en donde hay una capacidad de 150 litros para tratar el agua de este lugar.
La encargada del Departamento de Control de Calidad, Patricia Silva Nava, explicó que en el laboratorio se hacen pruebas de la calidad de agua, haciendo dos pruebas de laboratorio mensualmente, agregándole producto para clarificar el agua.
“Hay una Norma para cumplir para poder procesar; de salida no debe de aparecer ninguna bacteria y el tratamiento es dependiendo la temperatura, se le inyectan los químicos para después pasar al tanque clarificador y de ahí se pasa a un área de filtración y desinfección. Pasa a los tanques de la Popular 1, Popular 2 y Bosque de Los Olivos”, especificó.
Finalmente, se visitó la Planta de Tratamiento de El Naranjo, donde el encargado de la gerencia de saneamiento, Jesús Roberto Serrano, informó que es la más grande en Ensenada para tratar aguas residuales, diseñada para tratar 500 litros por segundo.
Actualmente, se tratan hasta 400 litros por segundo; es una planta de lodos activados y tiene una capacidad de volumen de 36 mil metros cúbicos y un tiempo de residencia aproximado de 20 horas.
“Una vez que llega el agua negra de gran parte del drenaje de la ciudad, se distribuye a dos zanjas de oxidación; cada una cuenta con cuatro carriles y ocho agitadores de propela que mantienen un flujo y cuenta con 2 mil 376 difusores de burbuja fina”, explicó.
El gerente de saneamiento, refirió, que en los difusores se bombea aire por unos sopladores para mantener oxigenada el agua residual y es un proceso biológico donde cultivan bacterias aerobias que se encargan de alimentarse de la contaminación que viene en el agua y a final de cuentas la limpian.