Por Adrián García
Ensenada.- Recuerdo el primer día que asistí a una reunión del Partido Acción Nacional. Se estaba realizando un debate entre los aspirantes a candidatos a Diputados por el distrito XIV, elección que se llevaría Arturo Alvarado en un resultado apretado pero respetado por los contendientes.
Recuerdo que Laurita Nava, vecina de muchos años me presentó a Alejandro Campoy entonces Secretario de los Jóvenes del PAN, no conocía a nadie más que a Laurita dentro del PAN, no tenía familiares en el padrón, era un extraño y sin embargo, se me recibió de manera atenta y cordial. De eso han pasado 16 años; he conocido a grandes amigos que llevo conmigo, gente que me ha dado lo que creo es lo mejor que puede dar una persona, que es su amistad y confianza. Y el más alto honor que un panista puede recibir que es el de representar al partido en una candidatura. Me ha tocado estar en los buenos, malos y muy malos momentos. Pero no dejo de sentirme como un “outsider”, mirando desde afuera hacia dentro. Y en ese sentido, después de meses de reflexión de lo que ha pasado en las elecciones anteriores y entendiendo las dinámicas internas y externas, haré la siguiente apreciación personal.
El PAN en Ensenada es un gigante cansado y enfermo. Un leviatán en plena época de retiro. Fácil sería caer en el juego de señalar culpables, ciertamente los hay, algunos con mayor responsabilidad que otros, pero la verdad es que todos los grupos dentro del PAN han estado en el poder y han sido señalados de hacer lo que ahora critican. Es común hablar de la nostalgia del pasado y de volver al PAN a su origen, pero si uno revisa la historia nunca hubo esta “época dorada” , la historia del PAN ha sido definida por sus debates internos, sus apasionados posicionamientos en asambleas nacionales y el constante intercambio de ideas de a qué rumbo llevar al PAN. A veces se procesan de manera ordenada, en otro tanto lleva a rupturas y renuncias a la militancia.
Y qué hacemos preocupados tanto por lo interno?, donde están las ideas que el PAN debe de ofrecerle a la ciudadanía?, porque en mi experiencia de campaña y de hablar y platicar con una cantidad enorme de ensenadenses, la inmensa mayoría desconoce el aspecto interno del PAN. Las personas están más preocupadas por sus problemas, por los obstáculos que se les presenta día a día y el PAN no ha sabido darle respuesta a esos obstáculos, carecemos de una oferta viable porque nuestros representantes ante la comunidad tienen décadas haciendo lo mismo, no los satanizo ni los señalo, pero es muy difícil vender una idea nueva cuando la gente no le tiene credibilidad a quien las dice.
Ha llegado la hora de las nuevas caras dentro del PAN, de ser audaces y mas allá de proponer lo mismo en términos de servicios básicos, cómo hacerle para hacer de Ensenada un municipio de vanguardia, esto implica que la militancia este consciente que antes que el PAN están los ciudadanos, y el PAN debe estar consciente que la militancia merece respeto.
Pero primero las ideas, los quienes y los cuando vendrán después.
Ensenada merece más y mejor respuestas a sus problemas, si fallamos en modernizarnos y aportar un aporte fresco, no importa lo que hagamos, seremos como un papalote bailando dentro un huracán.