Por Adrian García García
Ensenada.- Ya es clásica la frase que los asesores de Bill Clinton le hicieron memorizarse hasta lo mas profundo de su ser cuando este intentaba ser presidente de los Estados Unidos. “Es la economía estúpido”, se convirtió en el mantra del primer círculo de quien sería líder de la nación más poderosa del orbe. Esto como una forma de asegurarse de que evitara desviarse del mensaje clave de su campaña.
¡Es la Salud Estúpidos! Se convirtió en el tema a aprender en la campaña de los todos candidatos demócratas en la pasada elección en la cual aplastaron de forma determinante a Donald Trump. Ganaron 40 espacios sobre los Republicanos en la cámara de representantes, se hicieron de 7 gobernaturas y lograron obtener una ventaja de casi 8 millones de votos si contamos los votos por partido. Para encontrar precedentes de ella nos tendríamos que remontar a los 70’s, cuando Nixon se vio obligado a renunciar por el escándalo de “Watergate”. Y si bien Trump y su incontenible verborrea hacia parecer a ratos que los demócratas iban a perder el rumbo del mensaje, lograron exitosamente en centrarlo en un solo tema: Salud.
¿A que viene todo esto? A que el PAN haría un grave error en concentrarse en criticar a la nueva administración federal en el estilo personal de gobernar del nuevo jefe del ejecutivo. Esa batalla de entrada esta perdida, la gente quiere ver bajos salarios (aunque existan fuga de talentos), austeridad disfrazada (el Gob. Perderá dinero por vender el avión presidencial, por regresarse a palacio nacional y por sus ocurrencias) y a toda esta aura de pureza que rodea al ahora presidente.
Debe concentrarse en uno solo: La economía.
Es increíble que a pesar de que el dólar haya subido, la bolsa este en sus peores niveles, nos sigamos fijando en la ocurrencia del día. Tiene que haber una estrategia seria, directa en torno a como le afectara el gobierno de MORENA a los mexicanos, no lo que ofende, sino lo que afecta.
Afectara que el Gobierno haya decidido seguir financiando el NAICM a pesar de que este cancelado, que convierta deuda privada en publica solo por un capricho personal por el orden de 36 mil millones de pesos, que vea a México como una especie de aldea, agazapada entre el atlántico y el pacífico, no como una de las 15 economías más grandes del mundo, proyectada a ser la 5ta en 2050, afecta que prometa refinerías en un mundo donde las principales armadoras de automóviles le pusieron fecha de defunción a los motores que utilizan energías fósiles y en un mundo donde el calentamiento global es el principal riesgo a la continuación de los seres humanos como especie. Medio trillón de pesos en proyectos prometidos, pero sin la menor idea de como los va a financiar, si por deuda o por subir impuestos. Afecta que decida concentrar el poder en el y en sus virreyes estatales y que concentre la educación, la salud y la seguridad publica en un solo ente.
El mensaje debe ir en torno a las consecuencias de sus políticas, ahí la clave de volver a recuperar confianza. No nos desviemos de él.