Por Redacción
Ensenada.- Como una oportunidad a aprovechar por parte de los sectores agropecuario, cervecero y vitivinícola de la región, es el primer vuelo directo de productos perecederos de Tijuana a China, consideró Héctor Uraga Peralta, presidente del Consejo de Desarrollo Económico de Ensenada (CODEEN).
Indicó que, a pesar de su privilegiada ubicación geográfica, que incluye un puerto de altura de gran relevancia, Ensenada no ha explotado completamente su potencial como centro logístico, aunque esta situación está comenzando a cambiar, abriendo nuevas vías para el comercio internacional.
Una noticia que revoluciona las perspectivas de exportación para el sector primario de la región, apuntó, es el lanzamiento del primer vuelo carguero directo entre Tijuana y China, un proyecto impulsado por ARC Worldwide, ARC empresa de mexicanos junto con empresas chinas en conjunto con Awesome Cargo Airlines construyen este puente aéreo que conecta ambos continentes de Tijuana Xiamen (XMN), Fozhou (FOC), Shanghai (PVG), Guangzhou (CAN), Shenzhen (SZX), Beijing (PEK) y cualquier parte en China.
“Este vuelo, que inició el pasado 6 de mayo y opera semanalmente los martes, representa un antes y un después para las empresas locales. Se trata de un servicio exclusivo de carga, con una capacidad total de 40 toneladas”, dijo.
El vocero de Codeen indicó que los beneficios clave del vuelo carguero son con enfoque en el sector primario, diseñado para productos pesqueros (langosta, almeja), agroalimenticios (aguacate, fresas) y perecederos en general, donde la velocidad de entrega es crucial.
También pueden participar como soporte al sector industrial y manufacturero, completamente funcional para el transporte de semiconductores y otros productos manufacturados. ARC Worldwide apoya a los clientes con el procesamiento local de sus embarques de exportación, facilitando el manejo de cargas y ofrecen recolecciones de carga directamente en almacenes o centros de distribución.
Una ventaja competitiva es que este vuelo elimina la necesidad de cruzar la frontera hacia Estados Unidos y procesar aduanas en el país vecino, evitando largos tiempos de espera y bloqueos que a menudo afectan la cadena de suministro. Esto se traduce en una mayor eficiencia y también en una tarifa competitiva frente a las rutas regulares.